Siempre me ha sorprendido y mucho la tenacidad con la que algunos seres se aferran a otros, confundiendo lazos con cadenas, la diferencia tan básica entre domus y dominus. Son tenacidades ciegas, obvio, y rematadamente infantiles.
El problema es cuando yerran el tiro por completo y no distinguen entre libertad de elección y hechizos de bruja. Los segundos son más míticos, che, más de los Argonautas. La primera cosa es cuestión de mujeres de verdad y no de pamplinas feminoides o cuentos de princesas.
Me harta la tenacidad ciega. Mejores afanes para mejores propósitos deberían buscarse los tenaces...
El mundo es la tensión de los opuestos. Es la afirmación y su contrario. La rayuela es el cielo y soy yo, su otro lado
5 may 2007
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Excipit
"Si bastara con amar, las cosas serían demasiado sencillas" (Albert Camus)
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