a su patria llegó el único héroe del mundo
cansado de camas ajenas,
fiel a Penélope.
no eligió el exilio.
Ulises no se la tiró en la playa,
entre el ajuar de ambos.
No pudo, la pobre no pudo
llorarlo si quiera un tanto,
lo necesario para un poema:
princesa, triste, entre almenas.
Lo necesario.
decían los clásicos,
ir a dar con el único griego
aburrido
de frivolidad.
Se quedó sola, enojada, la tal princesita.
Y se dice, en voz baja,
estrujando sus pechos frente al tocador:
de patria,
de sujetador.
1 comentario:
Muy bueno el texto, muy bueno
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